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"Nadie puede salvar al mundo solo"

Ha dedicado su vida a la protección del medioambiente: Sebastian Copeland, explorador polar, fotógrafo y activista medioambiental, y el Dr. Rüdiger Recknagel, director de protección medioambiental en Audi y jefe de la Fundación para el Medioambiente de Audi, conversan sobre descarbonización, responsabilidad y el estado de nuestro planeta.

Texto: Isabella Bigler, Patricia Jell, Patrick Morda - Imágenes: Sebastian Copeland, AUDI AG     Tiempo de lectura: 11 min

Un tiempo tormentoso sobre las islas Melchior, frente a la península Antártica.
Tiempo tormentoso sobre las islas Melchior en la Antártida, imagen tomada por Sebastian Copeland. Para él, las regiones polares son la "zona cero" del cambio climático.

Dr. Recknagel, durante cinco años ha sido director de protección medioambiental de Audi y, al mismo tiempo, director y ponente de la junta directiva de la Fundación para el Medioambiente de Audi. Supongo que rara vez se aburre.

Sí, las cuestiones a las que nos dedicamos cada vez reciben más atención; nos queda mucho por hacer. Sin embargo, también hemos conseguido bastantes cosas, y reconocimos bastante pronto que la industria también tiene que asumir su responsabilidad. La Fundación para el Medioambiente de Audi lleva funcionando doce años. En ese entonces, estos problemas no eran para nada tan populares como lo son hoy día.

 

Señor Copeland, también usted pretende sensibilizar a la población sobre temas de sostenibilidad, y utiliza sus expediciones e imágenes para llamar la atención sobre el cambio climático. ¿Cómo le va al planeta?

Para responder a esta pregunta, llevo mucho tiempo remitiéndome a las regiones polares, porque son la "zona cero" del cambio. En 2009, realicé mi primera caminata por el Polo Norte; había soñado con esa aventura desde que era adolescente. Hoy, en 2021, no estoy seguro de si se podría hacer, porque los polos se están derritiendo. En ningún otro lugar el cambio climático es más evidente que en el Ártico. Mis dos hijas, de cinco y seis años, no tendrán la oportunidad de caminar por el Polo Norte, porque en el futuro no habrá suficiente hielo. No debemos perder de vista la situación en las regiones polares. Lo que está sucediendo allí se repetirá en otros lugares del planeta. Ya se están detectando otras "zonas cero" en todo el mundo, con tragedias climáticas cada vez más violentas y frecuentes.

 

 

¿Qué papel desempeña la industria en la protección del medioambiente y qué responsabilidad tiene una empresa como Audi?

Recknagel: La industria es uno de los factores desencadenantes del cambio climático, provocado por el hombre. Es por eso por lo que su papel también es clave para solventarlo. La industria tiene la obligación de desarrollar y poner en práctica las tecnologías necesarias para encontrar un balance neutro de emisiones1 de CO2 en el futuro. Audi asume esta responsabilidad y se ha comprometido con el límite de dos grados, y, por lo tanto, con el Acuerdo de París. Queremos aportar lo que nos corresponde.

Copeland: Hay tres actores importantes para este cambio: la política, la economía y la opinión pública, es decir, los medios de comunicación y los consumidores. Todos ellos están interconectados como si estuvieran encadenados con esposas, de modo que todos juntos avanzan por fuerza a la velocidad del que va más lento. Nuestras acciones están sujetas a diferentes motivaciones, y aquí es necesario hablar sobre todo de comodidad. Todos queremos que nos vaya bien, pero a un bajo coste. En definitiva, este es el algoritmo. Ahora lo que hay que hacer es llevar este algoritmo a la práctica con soluciones concretas; esta es la tarea de la economía y la política. Encontrar un balance neutro de emisiones de CO21 en la movilidad es el reto que hay que superar con mayor urgencia. Después de todo, hay diversas soluciones que ya se están planteando, y Audi es un muy buen ejemplo en este sentido. La empresa está desarrollando tecnologías atractivas y además es valorada por su fiabilidad. Espero que el cambio en la movilidad se produzca de manera proactiva, no como respuesta a restricciones impuestas por la política.

"

No debemos perder de vista la situación. Lo que está sucediendo en las regiones polares se repetirá en otros lugares del planeta."

Sebastian Copeland

Un ave vuela cerca de la superficie del agua.
Con sus grabaciones, Copeland muestra la naturaleza como muy pocos la llegan experimentar. En sus expediciones toma imágenes como esta: solo en las regiones polares, ha recorrido 8000 kilómetros a pie.

Normalmente, cuando se habla sobre protección del medioambiente, se suele hablar también sobre cómo evitar las emisiones de CO2. Sin embargo, ¿es eso suficiente?

Recknagel: No, para nada. Nuestro programa medioambiental "Mission:Zero" aborda los cuatro mayores desafíos medioambientales de nuestro tiempo a nivel global. El clima junto, con la descarbonización, un tema cada vez más preocupante y discutido en la opinión pública, es solo uno de los componentes. El plan es que para 2025 nuestras principales plantas en Ingolstadt, Neckarsulm, Bruselas, Győr y San José Chiapa funcionen con un balance de emisiones de CO2 neutro1. Nuestro segundo objetivo es reducir el consumo de agua. Tenemos en mente seguir reduciendo en el futuro el consumo de agua potable en la producción, aprovechando el agua de lluvia e implantando ciclos para reutilizarla. El tercer pilar es el aprovechamiento razonable de los recursos. Hemos establecido objetivos claros en cuanto a la reducción de los materiales de embalaje, pero también pretendemos aumentar el reciclaje de materiales en nuestra producción. El cuarto campo de acción importante de nuestro programa medioambiental consiste en fomentar proyectos relacionados con la biodiversidad en las fábricas. Queremos llevar a cabo proyectos de biodiversidad en todas las plantas principales de Audi o seguir ampliando los que ya están en marcha.

Copeland: Esto nos lleva a un tema de responsabilidad social al que se debe dar más importancia: la ecología y la economía deben dejar de considerarse como dos ámbitos independientes, porque en el siglo XXI estas dos áreas hace mucho que están conectadas por una relación simbiótica. Estoy firmemente convencido de que una economía que marcha sin un modelo viable desde el punto de vista ecológico ya ha dejado de ser posible. Debemos reconocer que estamos lidiando con una crisis sistémica: la causa está perfectamente identificada y existen los medios para solucionarla. El balance neutro de emisiones1 de CO2 en el tráfico y los impuestos a las emisiones de carbono son puntos centrales en la protección medioambiental, al igual que la captación, la fijación y el almacenamiento geológico del CO2. En mi opinión, todas las empresas ya deberían estar persiguiendo el objetivo de alcanzar emisiones negativas de CO2. Necesitamos darle al mundo la oportunidad de regenerarse. Es esencial generar energía renovable y posibilitar su disponibilidad a nivel mundial.

"

Podemos y debemos limitar los efectos del cambio climático."

Dr. Rüdiger Recknagel

¿Qué medidas concretas puede tomar una empresa como Audi para cumplir con su responsabilidad medioambiental?

Recknagel: En este sentido, un pensamiento global es fundamental para nosotros. Para nosotros, la movilidad eléctrica desempeña un papel muy importante. Planeamos tener disponibles 20 modelos totalmente eléctricos para 2025. Sin embargo, la huella de carbono de un vehículo es muy compleja y se divide en varias fases. Por eso, a la hora de evaluar nuestro impacto medioambiental, tenemos en cuenta el ciclo de vida completo de nuestros vehículos, es decir, desde su desarrollo hasta la cadena de suministro, pasando por la producción en nuestras plantas. También incluimos las fases de uso, devolución y recuperación de los recursos durante el reciclaje. Las fases de vida de un vehículo requieren soluciones específicas, y en este sentido la producción es para nosotros un factor de cambio especialmente importante, ya que es aquí, en nuestro propio ámbito, en donde podemos cambiar muchas cosas, tenerlas bajo control. Todo lo que hacemos en la producción tiene un fuerte impacto, e incluso diría que sirve de ejemplo para los proveedores y para las etapas de la cadena de suministro previas.

 

¿Y dónde se posiciona actualmente Audi?

Recknagel: Hemos realizado grandes esfuerzos por conseguir la neutralidad en el balance de CO21 en nuestras fábricas y hemos llegado relativamente lejos, pues hay cantidades de CO2 que seguiríamos emitiendo en nuestras principales plantas si no hubiéramos tomado medidas. En Bruselas, por ejemplo, producimos con un balance neutro1 de CO2 desde 2018, entre otras cosas, gracias al uso de plantas fotovoltaicas en el techo. Igualmente, la sede de Audi en Győr, Hungría, cuenta con una de las instalaciones fotovoltaicas en tejados más grandes de Europa, con más de 36 000 paneles solares y una superficie de más de 160 000 metros cuadrados. Además, cubrimos más del 70 % de la demanda térmica de la planta a través de una instalación geotérmica. También hemos progresado en nuestras plantas de Ingolstadt, Neckarsulm y San José Chiapa en México, gracias al suministro de electricidad verde, entre otras cuestiones. En Ingolstadt, se lleva haciendo así desde 2012.

 

¿Cómo calificaría los esfuerzos que está realizando actualmente Audi, señor Copeland?

Copeland: Que un fabricante como Audi anuncie que a partir de 2026 solo lanzará modelos eléctricos al mercado mundial es un indicador importante. No debemos contentarnos con cumplir los requisitos legales, sino hacer más por iniciativa propia y adaptar nuestras estrategias a las necesidades de la naturaleza. De lo contrario, no podremos avanzar. En Audi, todo gira en torno a la innovación. La empresa ofrece lujo y tecnología con la mejor tradición alemana, pero lo hace con un espíritu muy singular. Creo que Audi desempeñará un papel importante en el desarrollo tecnológico que está por venir.

Una ballena se sumerge en el mar de Noruega.
Una ballena se sumerge en el mar de Noruega. Si los polos cambian, no solo se verá afectada la vida allí, sino también en todo el planeta, afirma Copeland.
Un iceberg en el Ártico.
Un iceberg en el Ártico, fotografiado por Sebastian Copeland en una de sus expediciones entre nieve y hielo.

 

¿Qué función desempeña la Fundación para el Medioambiente de Audi en este contexto, señor Recknagel?

Recknagel: La Fundación para el Medioambiente de Audi es una organización sin ánimo de lucro cuya fundación, hace 12 años, supuso un paso importante y una evidente declaración de compromiso con el medioambiente por parte de Audi. Desde ella, consideramos que la innovación tecnológica es clave para un futuro sostenible y tratamos de impulsarla. Uno de los puntos claves de nuestro compromiso es la promoción de los llamados proyectos de "ecoinnovación", que tienen como objetivo el aprovechamiento razonable de los recursos naturales.

Copeland: Precisamente eso es lo más emocionante de las tecnologías actuales: el intercambio de ideas. También nos interesamos por empresas emergentes con ideas buenas y concretas, e intentamos establecer un diálogo con ellas. Hay que fomentar y adoptar las innovaciones en este ámbito La implementación de tecnologías de código abierto puede tener un gran impacto en determinadas áreas. Necesitamos tecnologías que funcionen mejor y que tengan una huella de carbono reducida, y además a un precio razonable y que no excluya a nadie. El progreso nos incumbe a todos y, si todos contribuimos, todos nos beneficiaremos. De lo contrario, estamos desperdiciando nuestro tiempo, y eso nos puede salir muy caro.

 

En este contexto se menciona el término "sostenibilidad" a menudo, quizás con demasiada frecuencia. ¿Cómo podemos contrarrestar la "ecofatiga" y seguir inspirando a la gente para que se mantenga proactiva? 

Copeland: Creo que el término "regeneración" es más significativo, precisamente porque la expresión "sostenibilidad" se ha desgastado y ha terminado convirtiéndose en una especie de cliché. Y también porque la sostenibilidad por sí sola no es suficiente. No es suficiente con reducir totalmente las emisiones a cero. Al contrario, deberíamos conseguir emisiones de carbono negativas. En otras palabras, debemos producir mucho oxígeno y absorber mucho CO₂, de modo que consigamos mucho más que la mera neutralidad climática. Para avanzar, necesitamos un objetivo que vaya más allá de las emisiones cero. El aporte constante de datos a los medios de comunicación es una buena estrategia para combatir la ecofatiga, ya que los datos son alarmantes, y aún podemos mejorar mucho la manera en que presentamos al público general información científica compleja.

Recknagel: Es cierto que el término "sostenibilidad" se utiliza hoy día de forma casi excesiva. Pero la sostenibilidad no solo incluye la protección medioambiental, sino que también abarca los componentes económicos y sociales. En otras palabras, la descarbonización es uno de los mayores desafíos de las próximas décadas, y es la industria la que debe asumir en su mayor parte la adopción de medidas para combatir el calentamiento global. Sin embargo, cada vez percibo a más y más personas con una motivación genuina que les lleva a colaborar en la protección del medioambiente o a movilizarse en favor de la naturaleza en su esfera privada. Y me agrada este cambio. Para mí, inspirar a la gente en materia de sostenibilidad significa, primero, hacerles reflexionar sobre los efectos que tienen sus propias acciones y su forma de vivir. A continuación, se les puede alentar a hacer algún cambio y, finalmente, motivarlos para que apoyen proyectos relacionados con el medioambiente. Estoy convencido de que todo el mundo puede y debe contribuir en su propia medida.

Un iceberg en la Antártida visto desde la distancia.
Imagen de la Antártica en 2009, titulada "Adiós". Para Copeland, las regiones son también lugares nostálgicos que le han fascinado desde niño.

Sebastian Copeland y el Dr. Rüdiger Recknagel

Sebastian Copeland conciencia sobre el cambio climático como explorador polar, fotógrafo y conferenciante, y a través de sus expediciones. Sus travesías lo han llevado al Ártico, la Antártida y Groenlandia, por mencionar algunos de sus escenarios, y ha llegado hasta ambos polos. Ha recibido varios premios por su trabajo. Está vinculado a Audi a través de una colaboración que, entre otras cosas, le ha permitido mostrar sus fotografías en el estand de la marca en el Greentech Festival 2021.

 

El Dr. Rüdiger Recknagel ocupa varios cargos desde los que está comprometido con la protección de la naturaleza: desde 2016 es director de protección medioambiental del Grupo Audi. Además, es ponente de la junta directiva de la Fundación para el Medioambiente de Audi. Es doctor en ingeniería de procesos y trabaja en Audi desde 1994. A lo largo de su trayectoria, ha ocupado cargos como el de director de análisis de calidad de la sede de Ingolstadt y ha sido responsable del taller de pintura de varios modelos en la planta central. 

Sin embargo, estos cambios no se llevarán a cabo lo suficientemente rápido solo con entusiasmo.

Recknagel: Por supuesto, las leyes y normativas son imprescindibles: me viene a la mente, por ejemplo, el Pacto Verde de la UE. Garantizar que las leyes se respeten es una parte importante de mis funciones como responsable de protección medioambiental. Sin embargo, no debe subestimarse la labor que la Fundación para el Medioambiente de Audi realiza para motivar a la gente. Nadie puede salvar al mundo solo. Además, Audi como empresa es una pequeña pieza de un todo mucho más grande. A pesar de ello, lo importante es hacer algo, tomar las decisiones correctas y contribuir.

 

Tomar las decisiones correctas, ¿qué papel cree que tenemos como sociedad?

Recknagel: Creo que llegamos muy tarde. Pero soy optimista y estoy convencido de que podemos limitar los efectos del cambio climático. Tenemos que hacerlo. En algunas cosas no es posible dar marcha atrás, pero todavía hay mucho que conservar, y esto es algo por lo que lucho. Estoy seguro de que hay muchas posibilidades de cambiar algo.

Copeland: ¿Podemos detener el cambio climático? ¿O es ya demasiado tarde? Definitivamente, es demasiado tarde para no hacer nada. Pero nunca es demasiado tarde para un cambio real. Sin embargo, como ya he dicho, debemos hacer algo más que solo cumplir los requisitos legales. Debemos establecer objetivos más ambiciosos y esforzarnos más.

 

Entonces, necesitamos progresar, pero de forma sostenible. ¿Qué supone esto para usted?

Recknagel: Que se utilicen tecnologías que no solo dejen de contaminar el medioambiente, sino que, idealmente, sirvan también para descongestionarlo. No solo debemos reducir las emisiones de CO2 y conseguir la neutralidad 1, sino, en teoría, eliminar el CO2 adicional que se ha emitido a la atmósfera en las últimas décadas. Además del enfoque tecnológico, debemos ser capaces de concienciar sobre el problema de la protección medioambiental a personas de todas las edades. Por ejemplo, animamos a nuestros empleados a poner en marcha proyectos medioambientales voluntarios. En el mejor de los casos, así también se activa el entorno social de cada persona, y su contribución social aumenta positivamente.

 

Esto nos lleva al lema de Audi, "Future is an attitude".

Copeland: Exactamente. Y es la actitud lo que importa si queremos hacer frente a la crisis climática. Estar listos para el futuro también implica lograr que nuestras acciones no estén motivadas por nuestros miedos, sino ver el desafío que nos plantean y aceptarlo. Se necesita valor y la voluntad de participar de forma proactiva. Mostrar compromiso e invertir. Debemos mirar hacia adelante con esperanza. Estas son las cualidades que impulsan el cambio hacia el futuro; debemos estar abiertos a lo nuevo y atrevernos a alejarnos de formas antiguas de entender el mundo.

¹Audi define la neutralidad en el balance de CO₂ como una situación en la que, una vez agotadas las posibles medidas de reducción del carbono liberado por sus productos o actividades, las emisiones de CO₂ actualmente restantes o inevitables de la cadena de suministro, la producción y el reciclaje de los vehículos Audi se contrarrestan, al menos en términos de cantidad, mediante proyectos voluntarios de compensación en todo el mundo. No se tienen en cuenta las emisiones de CO₂ generadas durante la fase de uso de los vehículos, es decir, desde que se entregan al cliente.

¹Audi define la neutralidad en el balance de CO₂ como una situación en la que, una vez agotadas las posibles medidas de reducción del carbono liberado por sus productos o actividades, las emisiones de CO₂ actualmente restantes o inevitables de la cadena de suministro, la producción y el reciclaje de los vehículos Audi se contrarrestan, al menos en términos de cantidad, mediante proyectos voluntarios de compensación en todo el mundo. No se tienen en cuenta las emisiones de CO₂ generadas durante la fase de uso de los vehículos, es decir, desde que se entregan al cliente.

El Audi e-tron Sportback

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Audi e-tron Sportback: Consumo eléctrico (combinado*) en kWh/100 km: 24–20,9 (NEDC) | 25,9–21,1 (WLTP)Emisiones de CO₂ (combinadas*) en g/km: 0
Datos sobre consumo de combustible, consumo eléctrico y emisiones de CO₂ por tramos en función del equipamiento del vehículo seleccionado.

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